Vestigios descubiertos en la proximidad de donde se encuentra la actual localidad indican la existencia de una ciudad galorromana.
Por otro lado, los nombres acabados en "ens", en la toponimia, pueden indicar un origen germánico, e incluso visigodo.
Situada próxima al Lauragais, es considerada como centro cátaro y, en aplicación del Tratado de París (1229), se le destruyen todas sus fortificaciones medievales.
Terminada ya la cruzada albigense, a finales del siglo XIII, la localidad empieza a experimentar un periodo próspero gracias a los viñedos y la calidad de sus vinos, utilizando el río Tarn para transportarlos hacia Burdeos.
En esta época, el urbanismo se desarrolla según el plan de las bastidas y se construye la iglesia Notre-Dame du Bourg entre 1230 y 1260, a iniciativa de los monjes benedictinos de Moissac.