Raúl Fontaina D'Oliveira
Además de estos, en el año 1928, un joven llamado Carlos Carve, en la calle Solís Grande 912, en el barrio Capurro, se instaló en una habitación, con todo el equipamiento de su radio y comenzó a emitir, nadie se le acercaba, parecía que no existían visionarios, hasta que en los albores del año del centenario de la república llegaron.Fue siempre apreciada en el ámbito internacional su atinada y razonable intervención.Si director Manuel Caballero Ferreira debió exiliarse sin bienes ni recursos en nuestro país perseguido por la dictadura, don Raúl lo acogió en su casa y lo incorporó en el departamento de prensa de la radio, más tarde lo tomaría como secretario personal al asumir en AIR como presidente.El oficial que los comandaba ordenó vigilar las puertas de las oficinas donde se estaba trabajando, nadie debía moverse.Don Raúl Fontaina, no sólo se movió, cruzó el gran patio del frente y empezó a cantar el himno nacional, caminaba entre los soldados y con la mirada empujaba al personal a seguirlo.El otro recuerdo refiere al episodio que hoy todos recordamos como FEBRERO AMARGO DE 1973.?, el pueblo uruguayo veraneaba, los políticos uruguayos de vacaciones, los militares, conspiraban contra las instituciones, el Dr. Amílcar Vasconcellos trataba de demostrar a todos, desde hacía mucho, que se estaba gestando un golpe militar en nuestro país.Documentos desclasificados recientemente, y presentados por el investigador Gerardo Caetano, en el prólogo del volumen 202 de la colección de los clásicos uruguayos, con el que se incorporó el libro Febrero Amargo, del Dr. Amilcar Vasconcellos, a esta colección, nos hace conocer que un importante personalidad de nuestra política nacional, llego a manifestar que Vasconcellos estaba poco menos que loco creyendo que se estaba preparando un golpe de Estado en Uruguay.Finalmente Vasconcellos se reúne con el Sr. Raúl Fontaina, (que estaba enfermo), quién como siempre defensor de las instituciones pone a disposición el programa más escuchado de la radio “Tomándole el Pulso a la República”, que se difundía todas las noche a partir de las 23 horas para transmitir la denuncia del golpe de Estado en ciernes que conmovió a la república.