Su pasión por el arbitraje comenzó cuando estando en el instituto tuvo como profesor de Geografía e Historia al también exárbitro internacional murciano Pérez Sánchez.
Este les explicaba su asignatura señalando las ciudades de los campos donde había arbitrado tanto en España como en Europa.
Dichas explicaciones, tan llamativas para un niño de 14 años, hicieron que decidiera ser árbitro.
En la campaña 2002/2003 ascendió a la categoría de Tercera División como árbitro asistente donde militó dos temporadas.
Su debut en la categoría de oro del fútbol español se produjo concretamente cuando tenía 25 años, en un R.C.D.