Al año siguiente pasó a desempeñarse como Juez de Paz en Durazno.
En 1962 fue nombrado Juez Letrado de Cerro Largo; con posterioridad se desempeñó como Juez Letrado en Durazno (1963-1964) y en Colonia (1964-1965).
En 1965 fue trasladado a Montevideo como Juez Letrado en lo Civil de 17º Turno, juzgado recién creado en el que se mantuvo durante 17 años.
Ocupó la presidencia de la Corte en dos oportunidades, durante los años 1995 y 1999 respectivamente.
En septiembre de 2002 abandonó su cargo como ministro del máximo órgano judicial del país al completar los 10 años que la Constitución uruguaya establece como el tiempo máximo posible de permanencia en dicho cargo.