RDS-37

RDS-37 (en ruso: РДС-37) es el nombre del primer dispositivo termonuclear de dos etapas creado y probado por la Unión Soviética.

La prueba fue apodada Joe-19 por los estadounidenses y es conocida por los devastadores efectos colaterales que generó.

No obstante, Ivy Mike no era práctica como arma debido a su masa, volumen, y al uso de deuterio líquido a temperaturas criogénicas como explosivo de fusión, lo que dificultaba o imposibilitaba su uso militar práctico.

La RDS-37, por el contrario, fue concebida desde el principio como un dispositivo termonuclear que se pudiera convertir en un arma rápidamente.

Poco después, se iniciaron los trabajos para llevar este concepto al diseño de una bomba.

Esto creó una onda de choque 8 veces mayor a una explosión del mismo tamaño en condiciones normales.

La prueba RDS-37 le dio a la Unión Soviética un monopolio de breve duración en armas termonucleares.

Habían demostrado, junto con la prueba RDS-27, que la Unión Soviética tenía la tecnología para lanzar armas termonucleares desde el aire.

Los Estados Unidos no lograrían esto hasta 1956 cuando probaron con éxito un dispositivo termonuclear durante la operación Redwing, la prueba Cherokee.