Amplificación aleatoria de ADN polimórfico

Es una de las técnicas más versátiles desde que se desarrolló en el año 1990.

[1]​ Es muy cómoda, rápida, requiere poco ADN que además no necesita estar muy puro, no presupone conocimientos previos sobre la secuencia, y se pueden distinguir rápida y simultáneamente muchos organismos.

Sus inconvenientes son que los fragmentos amplificados no suelen corresponder a ADN ligado a algún carácter, sino redundante, y que no da información sobre el número de copias que el ADN genómico contiene de la secuencia amplificada.

Para que se genere un fragmento RAPD es necesario que las dos hebras del ADN en estudio presenten sitios de hibridación con el oligonucleótido en orientaciones opuestas suficientemente cercanas (menos de 3000bp) como para permitir la amplificación.

Por otra parte presenta la ventaja de que es una técnica anónima, es decir no se requiere un amplio conocimiento del genoma para llevarla a cabo

RAPD experiment