Río Sanzu

Se cree que en el camino hacia el más allá, los muertos deben cruzar el río, por lo que los funerales japoneses incluyen la colocación de seis monedas en el ataúd del difunto.

Se cree popularmente que el río Sanzu se encuentra en el Monte Osore, una región desolada y convenientemente remota del norte de Japón.

Tradicionalmente, se dice que la gente cruza el río en el séptimo día después de su muerte.

Los que realizaron actos buenos en vida, cruzan por un puente adornado con siete piedras preciosas.

La mujer, llamada Datsue-ba, priva a los muertos de sus ropas, y el varón, llamado Keneō, cuelga la ropa en una rama del árbol para determinar el peso de sus pecados.

Representación del Río Sanzu.