En general, el Cona está cubierto por el hielo de octubre hasta mayo.
Dado que existen zonas de rápidos el río no es navegable y por ello no hay asentamientos permanentes de importancia en su curso.
En junio, el caudal se reduce considerablemente y esta reducción continúa en julio.
A partir de entonces el flujo mensual se estabiliza más o menos hasta el final del otoño.
Hay un ligero aumento en septiembre, debido a las lluvias estacionales.