Monje benedictino alemán, en el prefacio de su libro De Laudibus sanctae Crucis, Rabano se denomina a sí mismo Magnentius Hrabanus Maurus: Magnentius por haber nacido en Maguncia o en sus cercanías, Hrabanus que era su nombre propio, y Maurus por haberle así apellidado su maestro Alcuino.
Pasa luego a la escuela de Tours donde enseña Alcuino, y torna más tarde a Fulda, donde enseña y es director de la escuela abacial hasta que en 822 es nombrado abad del mismo convento.
Obligado a dimitir de este cargo por motivos externos y políticos, se retira y escribe, hasta que en 847 es promovido al arzobispado de Maguncia, que rige hasta su muerte.
Sus comentarios exegéticos abarcan casi todos los libros de la Sagrada Escritura.
El Homiliario, aunque no obtuvo mucha difusión, cuenta también con un particular interés.