En sus alrededores discurren los arroyos de las Fraguas y del Molino.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Castilla la Vieja[2] que en el censo de 1842 contaba con 41 hogares y 160 vecinos.
A finales del siglo XX[3] este municipio desaparece porque se integra en el municipio de San Esteban de Gormaz, contaba entonces con 32 hogares y 281 habitantes.
En la primera década del siglo XXI existía un centro social y bar llamado El Olmo situado en el antiguo ayuntamiento, todas las calles fueron cementadas, se dispuso alumbrado eléctrico nuevo, un parque infantil con columpios y una canasta.
En esas fechas, el pueblo constaba de 37 casas completamente habitables.