Nació en Vaison-la-Romaine procedente de una familia noble.
Cuando era joven, se convirtió en eremita cerca de Toulon y posteriormente en Lérins Abbey dedicando su vida a la oración y al ascetismo.
Estimado por su piedad, fue llamado por su pueblo natal por Teodosio, obispo de Vaison, que lo convirtió en archidiácono.
Luchó con los ataques del patricio Mummolus, conquistador de los Lombardos.
El sarcófago fue desenterrado en 1950 donde contienen las posibles reliquias de Quinidio.