Esta etnia interpuso una férrea resistencia a la dominación española, así como otros grupos indígenas en el recién fundado Nuevo Reino de Granada en 1539.
Tras una aparente pausa en el desarrollo artístico quimbaya en el siglo VII,[cita requerida] los habitantes de la región vuelven a retomar la producción de orfebrería y otros objetos artesanales, aunque ahora con un estilo caracterizado por formas geométricas simples y decoraciones esquemáticas.
La conquista española del territorio quimbaya comenzó en 1539 y sometió a los indígenas al servicio de los encomenderos.
En 1542 se produjo la primera rebelión quimbaya[3] y en 1557 la segunda,[4] que llegó a adquirir mayores dimensiones.
La caza les proporcionaba carne de conejo y de venado en abundancia, pero también, que se sepa, cazaron zarigüeyas, dantas, armadillos, zorros y pecaríes, entre otros animales cuyos vestigios han sido hallados.
[cita requerida] Se discute si los quimbayas practicaban la antropofagia ritual con sus enemigos de guerra, en festividades o celebraciones muy especiales.
Este canibalismo tendría significados simbólicos relacionados con la derrota y venganza de sus enemigos o con la apropiación del espíritu.
Su forma de fundir para obtener el grado exacto de oro y cobre para mantener una pureza alta, aun se desconoce cómo se logró tal calidad ya que necesitarían hornos que alcanzarían los mil grados centígrados para fundir estas piezas.
Se ubica en la vereda Alto del Toro en el municipio de Dosquebradas Risaralda (Colombia).