Quercus infectoria crece a 1800 m sobre el nivel del mar.[2] Cualesquiera agalla producidas en el árbol son fuertemente astringentes y pueden utilizarse en el tratamiento de hemorragias, diarrea crónica, disentería, etc.[3] La tintura se hace de las agallas ricas en tanino.[4] Las agallas son causadas por la actividad de la mosca Cynipid Cynips tinctoria.[5] Un extracto de las agallas se mezcla con sulfato ferroso junto con una goma y el colorante para hacer la tintura.[6] Quercus: nombre genérico del latín que designaba igualmente al roble y a la encina.