[3] La enfermedad produce una afectación bilateral, transitoria y con múltiples recurrencias.
[4] Su causa no está del todo clara,[4] sin embargo se la ha relacionado con el gen HLA - DR3 el cual se ha visto afectado sobre todo en enfermedades de carácter auto inmune, aunque también se encuentra presente en la diabetes mellitus tipo 1,[5] por otro lado Braley y Alexander encontraron relación de la enfermedad con una sobre infección del Herpes Zóster y el Varicela Zóster, en un individuo inmuno-deficiente.
Los cuales causarían cicatrices a nivel del tejido corneal y, debido a la pobre vascularización que tiene este tejido, la cicatriz al formarse dejaría una pequeña opacidad que se vislumbrarían al examen oftalmológico;[6] dicho estudio se respalda con el estudio de Lemp en donde se pudo aislar de forma satisfactoria el virus en la córnea de un niño de diez años.
[8] Para esta patología aún no existe un diagnóstico específico, se basa principalmente en la evaluación médica de los signos y síntomas.
[9] Al ser una enfermedad crónica de la córnea que se caracteriza por la formación de pequeñas lesiones a nivel focal y un aspecto turbio, los principales síntomas que presentan son la irritación, fotofobia, desgarro y molestias oculares en general, además otras afectaciones como ardor y la sensación de cuerpos extraños.