Quechuas de Lambayeque

Existen también numerosos quechua-hablantes en las pequeñas ciudades de Ferreñafe (Lambayeque) y Pucará (Cajamarca).En Cajamarca, se encuentran en Andanga, Rumichaca, Tucto y Guayabo en el distrito de Miracosta (Chota), en torno al vecino valle de Sangana, y en Querocotillo (Cutervo).También se habla este idioma en los caseríos de Tallas, Lishinas, Ninamaba, Pascapampa y Atunpampa (Jaén), ubicados en la vertiente Amazónica, a orillas del río Huancabamba, en límites con Cañaris.[2]​ Este espacio de habla quechua es también el de unos rasgos culturales distintivos expresados, entre otros, en la organización comunal, las mayordomías religiosas, la música, las danzas, el curanderismo y el tejido, entre otros.Estos conjuntos han sido interpretados como centros ceremoniales vinculados al culto de la fertilidad y el agua, por encontrarse estratégicamente ubicados en las nacientes de ríos que riegan los valles costeros y como rutas de paso entre la serranía y las tierras bajas, al ser el punto donde la cordillera andina alcanza su punto más bajo en territorio peruano (Alva 2009:10-13).Esta importante relación entre la costa y la sierra también fue entendida por los Incas quienes se expandieron sobre este territorio hacia 1470 bajo el mando de Topa Inga Yupanqui.Como resultado, los capitanes incas apresaron al cacique costero de Jayanca y lo llevaron al Cusco por sospechar que había sido éste el que había ordenado el ataque ([1586] 1951: 331),[6]​ sugiriendo una interdependencia político-militar entre estos dos espacios.Algunos autores, sin aportar pistas sobre la procedencia de sus informaciones, le han atribuido distintos orígenes.[21]​ Poma de Ayala describe este Tambo como uno “que no tiene pueblo y que se halla rrecaudo, pulpiría” (1615:1094-1096),[20]​ es decir, una estancia con aposentos y corrales para poder alojar al sapainca, un ‘tambo real’, pero sin un pueblo en su entorno.[23]​ En este nuevo escenario impuesto por los colonizadores españoles, las comunidades de Cañaris y Penachí quedaron dentro de un mismo ámbito administrativo, al que posteriormente se añadirá Incahuasi, cuando sea fundada a mediados del siglo XVIII.[27]​ Poco tiempo después pasa por pleito a Antonio Vaca de Castro (AGI, Justicia,419,N.1).[32]​ Así parece desprenderse del testamento de don Esteban Guambos, cacique principal y gobernador de Olmos y Copis escrito en 1768, quien al no tener descendencia nombró como su heredera universal a su hermana mayor doña Bruna Guambos Efio.[38]​ En esta línea, también se conoce un pleito mantenido por las comunidades de Salas, Penachí, Ingaguasi y Cañares para que se les reconociera el derecho a pagar solo el veinteno, y no el diezmo de su producción a la Iglesia (Sala i Vila 1993:143-144).Este reconocimiento es recogido por el obispo Baltasar Jaime Martínez Compañón en la extensa reorganización eclesiástica que realizó durante la visita de su obispado, en la que Cañaris e Incahuasi pasaron a ser curatos.Estas figuras, grandes hacendados todavía recordados por los comuneros de la sierra, tenían un poder casi ilimitado sobre este territorio y su población.Esta configuración incidió profundamente en la historia local, por el control que ejercían sobre la mano de obra indígena, limitando su libertada de desplazamiento y manteniendo a la población prácticamente aislada en lo que ha sido descrito como un sistema semi-feudal (Taylor, Aldana, y Chaléard 2006:256).[40]​ Este panorama de las grandes haciendas se modificaría con la Reforma Agraria llevada a cabo durante el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado en los años 70 del siglo XX.
Iglesia de Incahuasi durante la procesión de la festividad del Niño Dios de Reyes 2011
Mapa ubicación quechuas de Lambayeque. Extraído de: Martínez Santamaría, Luz (2011). Embarazo y Parto en la Sierra de Lambayeque: primeras aproximaciones. Tesina (DEA), Departamento de Antropología de América. Universidad Complutense de Madrid.
Tambos del Camino Real
Vol 2 estampa 147 danza del chimo
Estampa 24, volumen II. Trujillo del Perú. Baltzar Jaime Martínez Compañón y Bujanda
Estatua de Juan Velasco Alvarado en la plaza de Uyurpampa, distrito de Incahuasi 2010