Previamente la empresa había adquirido un producto alternativo llamado Surpass ("superar" o "sobrepasar" en inglés), que había sido escrito en Modula-2 (lenguaje de programación estructurado y muy "encapsulado" desarrollado por Niklaus Wirth, el creador original de Pascal).
Cuando la versión 1.0 estaba aún en desarrollo, se la nombre en código era Buddha ("Buda") ya que se suponía que debía "asumir la posición de número uno del mercado", hasta ese momento claramente en manos de Lotus 1-2-3.
Debido a estar situada en las cercanías del epicentro del terremoto de Loma Prieta de ese año, su edificio fue severamente dañado, por lo que tuvo que estar cerrado durante varios meses.
Por su parte, Borland había suministrado los menús del 1-2-3 como una alternativa al suyo propio, ya que se necesitaba compatibilidad de "atajos de teclado" (shortcuts), para así poder correr o ejecutar macros en las planillas 1-2-3.
El caso llegó finalmente a la Corte Suprema de los Estados Unidos, la cual, al empatar en un fallo dividido 4 a 4 (ya que el juez Stevens se recusó y abstuvo de votar), tampoco logró zanjar definitivamente el litigio.
Sin embargo, para cuando el caso se resolvió, Quattro Pro ya no pertenecía a Borland, ya que había sido vendida a la empresa de redes Novell seis meses antes de que se alcanzase la decisión final.
Quattro Pro, comenzó como un programa para el sistema operativo MS-DOS, pero dada la cada vez mayor popularidad que estaba teniendo Microsoft Windows a principios del decenio de 1990 (primero como entorno gráfico y luego directamente como sistema operativo), pronto quedaría en evidencia que era imperativo realizar una versión para este último.
Pero, como poco del código original de QPro para DOS podía ser reutilizado en la futura versión, se decidió comenzar a diseñar y codificar esta última desde cero.
Por su parte, este por entonces novedoso concepto pronto alcanzaría mucha difusión en la industria del desarrollo de software.
QPW fue una de las primeras aplicaciones grandes para Windows escritas en Borland C++, y virtualmente llevó a ese compilador hasta su límite.
Nadie sabía a ciencia cierta si el compilador de C++ podría generar código lo suficientemente rápido.
La empresa deseaba que, llegado un punto, QPW y Paradox para Windows pudiesen compartir un modelo de objetos común.
El otro gran tema relacionado con esa sexta versión era el por entonces inminente advenimiento de Windows 95, que ahora pasaría a ser un sistema operativo (aunque todavía con el núcleo MS-DOS corriendo o ejecutándose por debajo, en un eventual segundo plano).
Por otro lado, en otro juicio, Novell alegó que Microsoft había "apuntado a sus programas WordPerfect y Quattro Pro, destruyéndolos deliberadamente" para proteger el monopolio de su sistema operativo Windows.
El caso finalmente llegó a la Corte Suprema de los Estados Unidos, la cual, no obstante, decidió cerrar el caso en marzo de 2008.,[2] aunque para ese entonces hacía doce años que WP y QP no le pertenecían más a Novell Corporation.
En sólo tres meses, Novell se decidió vender el producto a un tercero (que finalmente resultaría ser la empresa de software canadiense Corel Corporation.