Pygoscelis adeliae

Esta especie es común a lo largo de toda la costa antártica e islas cercanas.

Pueden llegar a hacer viajes redondos de aproximadamente 300 km para procurar una comida.

Durante la temporada de reproducción (en octubre), se dirigen hacia el rocoso litoral del Antártico donde viven en grandes comunidades llamadas colonias.

Su rasgo distintivo es el anillo circular blanco que rodea el ojo y las plumas en la base del pico.

Los machos llaman a las hembras con un ruido gutural bajo seguido de un fuerte llanto.

En diciembre, el mes más cálido en la Antártida (alrededor de -2 °C), el padre y la madre se alternan para incubar el huevo; uno va a buscar comida y el otro se queda a incubar el huevo.

Casi todas las colonias se encuentran en Antártica con la excepción de algunas en las islas cercanas.

Cuando los futuros padres empiezan a regresar, durante la primavera austral en septiembre y octubre, para darle comienzos a la temporada de anidación, aún el hielo de la costa antártica no se ha fundido.

En ciertos casos se tienen que trasladar hasta 60 km por el hielo para llegar al sitio de la colonia.

Si una pareja logra criar, las posibilidades de que al año siguiente se vuelvan a emparejar son muy buenas.

Este proceso continúa por las siguientes 3 semanas, cuando ya es necesaria más comida; entonces los dos padres se van a pescar.

Pingüinos de Adelia jóvenes, en la Antártida .
Huevo de Pygoscelis adeliae , en el Museo de Toulouse .