Dichas necrópolis se hallan por lo general situadas en llanos reducidos, de terreno calcáreo, junto a las playas.
Los sepulcros fueron excavados en la roca y algunos han llegado hasta nuestros días sin haber sido profanados, aunque la mayoría sí lo fueron, incluso con desorden y esparcimiento de tumbas, lo cual ha supuesto siempre un gran problema para la investigación de los arqueólogos.
Las representaciones divinas se refieren casi siempre a Deméter y Coré.
Estas diosas recibieron adoración en todo el Mediterráneo hacia la segunda mitad del siglo V a. C. Las representaciones del difunto unas veces son masculinas, con barba o sin ella y otras, las más numerosas, femeninas.
La imagen que aparece a la derecha de esta página es una figura femenina hecha en arcilla.
Tiene la fisonomía semítica y sus orejas están perforadas para lucir aretes, así como el cartílago divisorio de la nariz para colgar el anillo que llevaban las orientales.
Otras estatuillas parecidas muestran varios orificios en las orejas en lugar de uno solo.
Esta pieza se halla actualmente en el Museo Arqueológico Nacional de España, en Madrid.