Los puertorriqueños han obtenido la nacionalidad estadounidense como resultado del Acta Jones-Shafroth desde 1917, esperando su participación en la milicia a cambio.
Aquellos que residían en Estados Unidos continental, fueron destinados a unidades regulares de la milicia.
Usualmente eran objeto de racismo radical el cual estaba altamente difundido en los Estados Unidos en la época.
En la Segunda Guerra Mundial algunos de los varones tomaron papeles activos como comandantes en el ejército.
El desempleo fue una de las razones más importantes por las que los puertorriqueños decidieron unirse a las fuerzas armadas.