Se encuentra situada en plena sierra de Tramuntana y es al mismo tiempo núcleo turístico que toma el nombre de una pequeña aldea que había en las proximidades.
En 2003, por el interés que representa su fauna y su flora, donde se encuentran más de 300 especies, fue declarado «Monumento Natural» por el Gobierno Balear.
Hecho que la convierte en un auditorio al aire libre y una vez al año, en verano, se celebra ahí el ya conocido "Concert de Sa Calobra".
En 1901, el pintor Joaquín Mir i Trinxet fue a Mallorca con Santiago Rusiñol y se instaló en La Calobra.
Los encantos de la cala La Calobra no radican únicamente en su belleza geográfica.