El puente de Santa Catalina, diseñado para salvar el río Urumea a su paso por la ciudad española de San Sebastián, se habría erigido por primera vez en madera en el siglo XIV.
[2] Se reconstruyó en más de una ocasión;[2] solo entre los años 1800 y 1870 habría habido hasta siete puentes de madera del mismo nombre.
[1] Hacia mediados del siglo XIX, disponía de espacio tanto para carretera como para que paseasen peatones.
[2] Aparece descrito en el decimocuarto volumen del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar de Pascual Madoz, en la entrada correspondiente a San Sebastián, con las siguientes palabras: Se habrían venido esbozando planes para levantar un puente en piedra ya desde mediados del siglo XVII.
[3] De estilo neoclásico, este, que tomó el mismo nombre, se construyó siguiendo los planos del arquitecto Antonio Cortázar y se inauguró en 1872.