El puente es reconocido principalmente por su inusual forma circular y fue diseñado por el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly.
[2][3][1] Está diseñado en forma circular para forzar a los conductores a disminuir su velocidad, y permite el acceso de peatones a lo largo de la ruta circular de un solo sentido, incluidos los cruces peatonales que permiten el acceso de peatones a las aceras internas o externas del círculo.
[4] Anteriormente, la Laguna Garzón fue servida por un pequeño ferry de 2 vehículos que requería luz del día y buen clima para operar.
En diciembre de 2015, el puente reemplazó al transbordador, proporcionando un cruce para peatones y hasta aproximadamente 1000 vehículos por día.
[1] Su construcción costó USS$ 10 millones, el 80 por ciento de los cuales fue proporcionado por el desarrollador inmobiliario argentino Eduardo Costantini.