También los anuncios televisivos pueden responder a la llamada publicidad política (no confundir con propaganda).
También en otros países, como por ejemplo Venezuela y Colombia, se les da erróneamente el nombre coloquial de propagandas.
En estos casos siempre se debe de contar con la autorización del individuo.
Gracias a estas técnicas, los telespectadores visualizan el rendimiento que obtendrán.
En ellos todo el mensaje es transmitido a través de la música, e incluso algunas veces es cantado en su totalidad (como en algunos jingles).
En ellos casi siempre se propone una solución a un problema de carácter personal.
Por su parte, Robert L. Hilliard] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última)., un legendario estudioso de la televisión norteamericana, clasifica los anuncios por televisión en las siguientes categorías: Caracterizado por un discurso informativo en el cual un locutor, conductor o actor explica, expone y describe las características del producto, sus ventajas, el tipo de promoción que ofrece en la temporada, la duración de esa promoción, los precios y una incitación a la compra inmediata.
Se apela a la intervención de un cliente que atestigua las eficacia del producto.
En este tipo de comercial la actuación y la ficción se hacen presente, a través de representaciones en situaciones dramatizadas, donde el producto se presenta cuando menos en tres tipos de eventos: en su uso asociado a una circunstancia, su uso asociado a una anécdota, su uso asociado con una pequeña historia en la que está presente un conflicto y una solución al mismo.
Comercial musicalizado: Este tipo de comercial se realiza con una estructura en donde el producto se ve acompañado cuando menos por una de tres formas musicales: la coreografía o baile, los diálogos cantados y el uso del jingle.
Finalmente Hilliard ofrece dos clasificaciones de tipo general para los anuncios televisivos, que incluye a los 6 tipos antes mencionados, y las denomina: Anuncios promocionales: Que son los propiamente utilizados para informar, recordar y persuadir respecto a un producto comercial para incrementar su venta o generar actitudes favorables del público para su adquisición.
Documentales o “cinema verité”: Ofrecen imágenes de la vida real del candidato en acción.
Se emplean elementos visuales o presentadores similares a los de esos programas.
Un equipo de paracaidistas se lanzaron en el cielo de Madrid, concretamente a las 21:10 h en directo con una pancarta que decía: Difficult is worth doing (Lo difícil vale la pena)[3] ARENS, William F. Publicidad.