La existencia de las homilías es conocida desde el siglo XVI, entre 1572-1578, gracias a la investigación en bibliotecas del religioso jesuita palentino Francisco Torres, más conocido por la forma latina Turrianus, que las sacó a la luz.Sin embargo, la versión más conocida, y probablemente diferente a la encontrada por Torres, fue la de Cotelerius, en 1672, a partir de un manuscrito conservado en París, pero faltando el vigésimo libro y parcialmente el decimonoveno.Las dos cartas adjuntas a las Homilías fueron traducidas y editadas en el siglo XIX.[2] Los problemas literarios y teológicos todavía son fuente de debates.Contienen otros elementos ascéticos y rechazan el celibato, por su marca judía.