En neonatología, la prueba de Silverman y Anderson es un examen que valora la dificultad respiratoria de un recién nacido, basado en cinco criterios.
Cada parámetro es cuantificable y la suma total se interpreta en función de dificultad.
Contrario a la puntuación de Apgar, en la prueba de Silverman y Anderson, la puntuación más baja tiene mejor pronóstico que la puntuación más elevada.
El test de Silverman y Anderson se usa en conjunto con otras pruebas que añaden otros parámetros, como la escala de Wood-Downes.
Los criterios evaluados en la prueba de Silverman y Anderson son:[1] La sumatoria de los puntos obtenidos durante la evaluación se interpreta así: