Sus restos fósiles se limitan a América del Sur con especímenes descubiertos en el Pleistoceno medio de Tarija en el sur de Bolivia.
Los análisis paleocológicos sobre la base del estudio de índices morfométricos y variables cualitativas indican que fue un taxón de hábitos hipercarnívoros, y que perseguían activamente y capturaban mamíferos de mediano a gran porte con una masa de entre 50 y 300 kg.
Deben haber depredado principalmente a los numerosos cérvidos, caballos, camélidos, y pecaríes que habitaban en esas regiones de América del Sur durante ese periodo.
Estudios paleocológicos de la fauna del tramo final del Lujanense relacionan la extinción de varios mamíferos con tamaños mayores a los 100 kg y la desaparición de este gran cánido hipercarnívoro.
El análisis filogenético corroboró la inclusión Protocyon en el clado de los cánidos sudamericanos, junto con los géneros: Theriodictis y Chrysocyon.