Asimismo, se defendieron otras reivindicaciones, aunque sin éxito, como el aumento de plazas para el CAPES.
La Unión por un Movimiento Popular (UMP), presidida por Nicolas Sarkozy, apoyó a su gobierno, aunque numerosas voces[¿quién?]
Resurgieron disensiones internas con vistas a las elecciones presidenciales de 2007.
[2] Otros partidos como el Movimiento por Francia y el Frente Nacional mostraron una postura mixta, oponiéndose a todo tipo de huelga (particularmente de las universidades) pero posicionándose por una evolución del CPE.
Al día siguiente, en una llamada a la acción, diversas organizaciones políticas y culturales y sindicatos de trabajadores y estudiantes crearon un colectivo de lucha contra el CPE, que organizó su vertiente local en la mayoría de las grandes ciudades francesas.
Por esas fechas el movimiento comenzó a ampliarse al organizar los estudiantes "asambleas generales" en las aulas magnas de las universidades.
El viernes 17 de marzo, el gobierno intentó reanudar el diálogo sobre el CPE.
El sindicalista Cyril Ferez fue hospitalizado, permaneciendo tres semanas en estado de coma.
Cabe recalcar que decenas de facultades fueron cerradas y/o movilizadas en todo el territorio nacional.