La prostitución en Letonia es legal y está regulada, siendo el país un destino del turismo sexual.
[3] Aunque la prostitución está regulada en Letonia, los burdeles y otras formas de proxenetismo son ilegales.
[3] Según la ley, "se prohíbe cualquier actividad de terceros que promueva la prostitución" y "se prohíbe a las personas unirse en grupos para ofrecer y prestar servicios sexuales...".
[3] Las prostitutas sólo pueden ejercer su actividad en un domicilio alquilado o de su propiedad.
[5] La ex secretaria parlamentaria del Ministerio del Interior Evika Siliņa explicó que la complejidad de los temas y las diferencias de opinión complicaban los debates.
[11] Se espera que la ley aumente el límite de edad tanto para el trabajador como para el cliente a 25 años.
[12][13][14] Buy Bye Beauty fue un documental de 2001 del director y artista sueco Pål Hollender.
La entonces presidenta letona, Vaira Vīķe-Freiberga, la calificó de "propaganda política",[15] mientras que el primer ministro, Andris Bērziņš, sugirió que podría iniciarse una causa penal internacional contra los realizadores de la película.
Las mujeres letonas reclutadas para matrimonios intermediados en Europa Occidental, especialmente en Irlanda, son vulnerables a la trata con fines sexuales.
[19] El gobierno inició procesos contra 11 sospechosos de trata con fines sexuales en virtud del artículo 154.1 en 2016.