Producción indirecta

Defensores de la teoría del valor-trabajo señalan que cada paso en dicho proceso, aunque sea indirecto, implica trabajo.

Esto hace que sea innecesario postular la explotación para entender el retorno del capital, aunque el modo en qué la duración del proceso de producción produce valor dentro y fuera de sí es confuso, suponiendo que la idea de Böhm-Bawerk es correcta, mientras más ineficiente es el fabricante capitalista, más tiempo durará su proceso de producción y más serán las ganancias que acumulará.

El concepto guarda similitudes con la teoría keynesiana desarrollada más tarde en los años 1930.

Durante la controversia de Cambridge, Paul Samuelson[2]​ presentó una refutación a la producción indirecta en las economías con interés compuesto.

La producción indirecta, interpretada como un facotr que aumenta la composición orgánica del capital, también es considerada por autores marxistas.