[1] En el edificio fueron enterrados el segundo, cuarto y quinto señores de Annandale.
El edificio fue destruido durante la disolución de los monasterios durante el siglo XVI y sus piedras fueron utilizadas en otros edificios del lugar, como la iglesia anglicana de San Nicolás.
En el siglo XVIII, el arco fue usado como telón de fondo para los magníficos jardines creados por la familia Chaloner en las tierras al sur del priorato.
Una leyenda local dice que un fantasma, conocido como el monje negro o el monje de la capucha negra, se aparece en el lugar a medianoche, en la primera luna nueva de cada año, y baja un puente levadizo fantasmal, que cruza un foso desaparecido, para comprobar que el tesoro enterrado no ha sido tocado.
En 1966 y 1967, un centenar de personas acudieron a verlo y supuestamente lograron ver una figura encapuchada, pero en 1968 los pocos espectadores que acudieron no vieron nada.