Primera parte del Espejo de príncipes y caballeros
Para evitar que Teoduardo se case con ella, le mata cuando viaja por un camino poco poblado (I, 4-5).Mientras tanto, nacen de Briana dos hijos gemelos, el Donzel del Febo y Rosicler (I, 11-12).Briana pierde al Donzel del Febo, llevado por un barco pequeño de la misma manera que su padre (I, 15), pero le halla Florión, rey de Persia, quien había perdido recientemente su reino ante el invasor Africano (I, 16).Florión también recoge del pirata Mambriniano al príncipe Claberindo de Francia (I, 17).Poco después, un barco encantado lleva al Caballero del Febo a partes desconocidas (I, 26).Mientras tanto, Rosicler, que desea mucho verse armado caballero, sale de casa.Mata a un oso, salvando así a un niño (I, 27-28) y después mata al malvado Argión, que había aterrorizado el Valle de las Montañas pidiendo un tributo de vírgenes (I, 29).Cuando Brandagedeón sigue molestando al reino inglés, Rosicler no tiene más remedio que matarle (I, 35-36).Éste sale con sus amigos Bariandel y Liriamandro en busca de aventuras, y pronto se une a ellos Zoílo, que acaba de llegar para participar en el torneo ya concluido (I, 37).Manda a su doncella Fidelia en búsqueda de Rosicler para entregarle la carta (I, 41-42).Florinaldos desafía al Caballero del Febo a resolver sus diferencias por la espada, pero éste le vence.El Caballero del Febo tiene entonces que huir, y se pone camino de Constantinopla para ver a Trebacio, como había prometido.Claberindo vuelve a Francia y se reúne con sus padres, después de matar al gigante Brandafuriel (II, 6-7).El Caballero del Febo, camino de Grecia, conoce a los gemelos Lindabrides y Meridián, que van en un vehículo insólito (II, 21).Pero cuando Bariandel, Liriamandro y Zoílo llegan para contar la supuesta muerte de Rosicler, los torneos tienen que suspenderse (II, 28).Sacridoro y Rosicler salen para Grecia , donde éste mata al gigante Mandraco (II, 30-31).Vueltos todos a Constantinopla, de Trebacio y Briana nace otro hijo (II, 52).Claberindo y Brandizel, que se aburren en Constantinopla, salen en busca de aventuras.Claridiana, mientras tanto, sabiendo que sus padres habían muerto, vuelve a Trapisonda para ser coronada emperatriz (III, 3), y cuando Arcania llega para decirle que el Caballero del Febo va a casarse con Lindabrides, experimenta un gran dolor (III, 5).Silverio vuelve, vencido, a Inglaterra, mientras Rosicler, el Caballero del Febo y muchos de sus amigos, que les habían acompañado, llegan a Constantinopla, donde son recibidos con mucha alegría (III, 7).Claridiana aparece de incógnita en Constantinopla, y lucha infructuosamente con el Caballero del Febo (III, 11).Poco después, se embarca para salir de Grecia, y una tempestad dirige su barco a la ínsula Solitaria, donde vive el monstruoso fauno.Abandona a sus escuderos, desembarca allí y mata al fauno, pensando acabar su vida en aquella isla deshabitada (III, 14-15).Claridiana, cuando descubre que el Caballero del Febo no se había casado con Lindabrides, no sabe qué creer y sale para la cueva oracular de Artidón, donde espera saber la verdad (III, 16).Llega Meridián, además de Brandimardo, para ayudar a su padre Alicandro (III, 23).Como Claridiana sabe cuánta falta le hacen a Grecia sus caballeros, salen inmediatamente para Constantinopla, librando por el camino a los dos escuderos del Caballero del Febo de manos de piratas (III, 32).Cuando Bramarante descubre la muerte de su padre, blasfema contra sus dioses paganos, y va por el real tártaro destruyendo ídolos, hasta que Alicandro le aplaca (III, 36).Trebacio envía a Rosicler y Liriamandro para pedir a Tiberio, rey de Hungría, que venga para participar en las festividades (III, 43), pero cuando llegan allá, tienen primero que mantener en batalla la honra de Policena contra Roberto (III , 44-45).Artemidoro y Lirgandeo tienen lástima de Lindabrides, que todavía no sabe si el Caballero del Febo la quiere, y la encierran en una torre encantada, donde vivirá en olvido feliz hasta que un caballero tenga valentía suficiente para librarla.El cervantista Daniel Eisenberg publicó en 1975 en la colección Clásicos Castellanos (Espasa Calpe, Madrid) una edición cuidadosamente anotada de la Primera parte del Espejo de príncipes y caballeros, en seis tomos.