Se denominan pozos funerarios a las sepulturas abiertas en forma de pozos y que se atribuyen a los galorromanos.
Se han descubierto algunos pozos muy curiosos en la Vendée y otros parecidos en diversos departamentos de Francia.
En Italia central y septentrional se han descubierto así mismo algunos de estos pozos cuya antigüedad es anterior a la civilización etrusca.
Los de la Vendée tienen doce y hasta quince metros de profundidad y en ellos se encontró una colección de vasijas conteniendo una de ellas cenizas y huesos calcinados.
Las capas más profundas contenían utensilios caseros y de tocador, armas y medallas correspondientes a un periodo que abraza el siglo II a. C. y el reinado de Aureliano.