Las instalaciones fueron puestas en marcha por la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya (SMMP),[1] iniciando su construcción en 1927[2] para sustituir en sus funciones al Pozo La Cruz —el cual había sido hasta entonces la principal explotación minera de la zona—.
Durante buena parte de su existencia fue la explotación minera más importante y moderna de toda la cuenca carbonífera.
El Pozo Norte se mantuvo en servicio hasta su cierre en 1973.
[2] Tras su clausura la mayor parte de las instalaciones del complejo minero fueron desmanteladas, con excepción del castillete y algunas vagonetas,[3] donados al ayuntamiento de Puertollano.
El resto del terreno se ha reconvertido en un parque y zona verde.