Comenzando de nuevo, con una ostentosa casa (a comparación de los pocos vecinos que por ahí viven), empiezan a disfrutar del momentáneo sabor que la vida rural parece evocar.
Así pues, el degradado sabor que imperaba al comienzo empieza a desmoronarse para el matrimonio.
Los hijos, por otro lado, disfrutan la vida nada engorrosa y perfecta que les ofrece ese lugar desapacible.
“Me halaga que a mucha parte de la prensa no le guste.
Robert Abele del diario Los Angeles Times la describió como «una rareza, que visualmente encaja en el cine de arte».