Porro unum est necesarium es una locución latina que significa "Una sola cosa es necesaria".
Mientras María, sentada a los pies de Cristo, escuchaba con unción la palabra divina, Marta se ocupaba solícita en los menesteres que exigía tal visita y dijo a Jesús: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola?
Dile pues, que me ayude.
", a lo que Jesús respondió: "Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada: Pero una sola cosa es necesaria; y María escogió la mejor parte, la cual no le será quitada."
Esta frase se ha usado muchas veces aplicándola a muy diferentes asuntos.