[1] Los datos sobre los orígenes de la devoción a Sant Blai en Potries son pocos y nada consistentes.
Existen diversas hipótesis o probables vías de aproximación a la figura del santo en la localidad.
Quizás el origen esté en la segunda mitad del siglo XVI, en un contexto posterior a las Germanías y las conversiones forzadas de musulmanes, cuando un espíritu evangelizador recorrió el territorio valenciano, en especial entre las comunidades de cristianos nuevos.
En el siglo XVI residían los Boamit, una familia morisca, rica y muy influyente por sus negocios variados, que a buen seguro ostentaron algún tipo de autoridad pública pero también religiosa en las comunidades locales a las que pertenecían.
A pesar de esto, es indudable que este edificio constituirá desde entonces el nuevo referente espiritual del municipio.
Un último dato sobre la devoción a Sant Blai en Potries la tenemos en una estampita que actualmente se conserva en la colección de imágenes del Ayuntamiento.
[1] En los años veinte del siglo XX se intentó sacar en procesión al santo por el pueblo, pero que no se repitió porque le echaban todo tipo de dulces a la imagen (golosinas, peladillas, etc.).
De todas formas, se dice que los propietarios del horno de la calle Boamit, José Guillem Morant y su mujer, siempre han dado los panecillos a la iglesia para la celebración.
Ya desde la calle Mayor, antigua calle de la Carnicería, empezaban a situarse a una parte los puestos del porrat, donde vendían fundamentalmente golosinas, juguetes, turrones y frutos secos, extendiéndose por la plaza del País Valenciano, antigua plaza Mayor.
El siguiente cambio sustancial en la fiesta tal y como la conocemos en la actualidad se produce en los años 90, cuando desde el mismo ayuntamiento se vio la necesidad de elaborar un programa para organizar la avalancha de personas que asistían a Potries.
Ya a principios de los 2000, se decide incluir las actividades musicales nocturnas.
Este tipo de fiesta tiene como característica más destacada un mercado al aire libre donde se ponen a la venta productos tradicionales, dulces y frutos secos.
[1] Para la fiesta el Ayuntamiento y otras instituciones locales organizan un amplio abanico de actividades mediante las cuales se trata de festejar el Santo patrón y dar a conocer el patrimonio cultural, tanto material como inmaterial, del municipio.
[12] En torno al tema escogido se montan exposiciones, se hacen visitas guiadas, a veces dramatizadas, o los diferentes especialistas más competentes en cada área y procedentes de las diferentes instituciones de investigación valencianas imparten conferencias.