Popón

Creyendo que era una anunciación del Espíritu Santo, entró en el monasterio de San Thierry en Rheims (1005).

El emperador, enojado con esa actitud, sustrajo del poder de San Popón algunos monasterios como Limburg an der Hardt, Echternach, St.

[2]​ Poco después, Popón transfirió esas posiciones a sus pupilos y familiares.

No tenía el más mínimo interés político sino tan solo en sus capacidades de negociación.

Durante el reinado del emperador Enrique III perdió toda su influencia.