Se distribuye por las regiones cálidas del centro y este de Sudamérica.
Esta especie fue descrita originalmente en el año 1825 por el zoólogo y explorador alemán Johann Baptist von Spix.
[2] La etimología de su nombre específico, acutirostris, deriva del latín acutus, que significa 'agudo' y rostrum, que significa 'cara', le fue otorgado en referencia a la forma de su hocico.
Si bien no está emparentado con los camaleones verdaderos, ha generado una notable convergencia evolutiva, la cual es visible en su cola, sus movimientos lentos y pausados, y especialmente en sus curiosos ojos, los cuales pueden apuntar a distintos centros de atención.
Como su hábitat forestal sufre un alarmante desmonte, junto a la pérdida del ambiente también desaparecen las poblaciones de este lagarto.