Para algunos miembros de la Sociedad para la Investigación Psíquica (en inglés: «Society for Psychical Research») —como el inventor Maurice Grosse y el escritor Guy Lyon Playfair— consideraron que el caso era genuino; mientras que otros investigadores —como los psicólogos Anita Gregory y John Beloff— no llegaron a estar convencidos de que este hecho fuera real y hallaron evidencias de que las chicas habían falsificado los incidentes en beneficio de los reporteros.
Por su parte, los miembros del Comité para la Investigación Escéptica (en inglés: «Committee for Skeptical Inquiry») —entre los cuales se incluyeron magos de escenario, como Milbourne Christopher, Joe Nickell y Bob Couttie— investigaron los incidentes y criticaron a los investigadores paranormales por ser «demasiado crédulos», identificando las diversas características del caso por ser indicativo de un bulo.
Su popularidad ha motivado diversas adaptaciones cinematográficas y para televisión dentro del género de terror.
Sin embargo, Grosse y Playfair creían que aunque algunas de las alegadas actividades poltergeist fueron falsificadas por las chicas, otros incidentes fueron genuinos.
Por su parte, el ventrílocuo Ray Alan pensó que las voces masculinas de Janet eran simplemente trucos vocales.