Pollo al vinagre

Pero la señora Cuno no atiende a razones... fue abandonada por su marido cuando Louis (Belvaux) era pequeño, y está postrada en una silla de ruedas tras una caída fortuita por las escaleras.

Su odio no es sólo hacia los tres responsables del plan inmobiliario... las mujeres del pueblo no salen tampoco muy bien paradas, y el hecho de que Louis trabaje en la oficina de correos (con una jovencita que evidentemente tampoco le agrada) facilita su morboso interés en conocer los secretos.

Louis se ve obligado a llevar el correo de sus vecinos a casa antes de sus rondas, para que su madre sepa qué se cuece en el pueblo.

Cuando Chabrol ha desplegado todos los hilos narrativos, aparece el Inspector Lavardin (Poiret), que será el encargado, mediante métodos bastante poco profesionales, de desenmarañar esa madeja y atar los cabos, aclarar las desapariciones, los accidentes... Porque, cuando la maquinaria del mal se pone en marcha y las personas actúan sin saber qué es verdad o qué es mentira, siempre suelen hacerse cosas que no ser harían en otras situaciones, y se toman caminos que de otra forma nunca nos arriesgaríamos a tomar.

Se rodó en Forges-Les-Eaux, Normandía, en unas semanas y con muy poco presupuesto, pero Claude Chabrol cuenta con un reparto formidable que sabe exprimir al máximo la asfixiante atmósfera que se quiere retratar.