La inscripción está en lengua ibérica, pero la escritura usada no es lo habitual, el signario ibérico nororiental, sino que es el alfabeto greco-ibérico, una variedad de alfabeto griego arcaico.Este hecho y la presencia del segundo texto de la cara A amortizando parte del primer texto de la cara A son los argumentos principales que apoyan la idea de que el plomo contiene al menos dos textos diferentes y que el primer texto de la cara A sería el primero en ser escrito.Por convención los textos íberos escritos en alfabeto latino o griego se transcriben en cursiva.Sin embargo, hay indicios en el texto que permiten hacer una cierta aproximación al contenido.Fletcher (1992) recoge once, pero también de otros desde el arameo, el latín, el griego, el fenicio, el indoeuropeo, etc.