Plein Air (Ramón Casas)

Exhibida en la Exposición General de Bellas Artes de Barcelona del año 1891, Casas había pintado esta obra el año anterior en París.En esta etapa ya estaba confirmado el estilo del pintor con luces muy tamizadas y tenues que reflejaban la inmediatez de la pintura en "pleno aire" con figuras bien delimitadas, pero evanescentes.Lo que más destaca en el cuadro, con el cual Casas obtuvo el primer éxito significativo en Barcelona, es su compleja composición espacial: los tres términos de profundidad están señalados por la línea rota que une la silla vacía en primer plano, la figura femenina que se encuentra sentada delante del velador y la masculina en el fondo.La composición de esta escena fugaz se resuelve de una forma atrevida, ya que los elementos del cuadro parecen traspasar los límites de la propia tela y el color está tratado casi monocromáticamente, en una armonía de grises que envuelven la escena de una cierta neblina que difumina los contornos.Es lógico, pues, que este tipo de pintura que plantea una instantánea fugaz y cuyo argumento lo ha de decidir la imaginación del espectador, entrase en conflicto con el gusto artístico imperante entonces en Barcelona.