Se accede a ella principalmente desde la Calle Alfonso I a través de la calle Torrenueva o por la peatonal calle Antonio Candalija.
También se puede acceder por la calle del Temple.
La plaza destaca por la gran belleza de sus edificios y por ser un lugar tranquilo y apacible en el que relajarse paseando.
La torre fue construida a principios del siglo XVI en ladrillo al estilo mudéjar y convirtiéndose desde el mismo siglo en un gran símbolo de la ciudad.
Esto obtuvo como respuesta una dura oposición de la gran parte de la población y de los intelectuales pero no se pudo hacer nada y finalmente fue demolida.