Fue trazada en la segunda mitad del siglo XIX en el solar que dejó el derribo del antiguo convento de San Antonio de los Descalzos.
La revolución de 1868 tuvo consecuencias fatales para el convento.
Tras la exclaustración de los frailes Descalzos se ordenó el inmediato derribo del inmueble arguyendo la carencia de espacios públicos que tenía el centro de la ciudad.
Remodelada en el año 1994 debido a la construcción de unos aparcamientos subterráneos, la destrucción de un arbolado excepcional, formado por palmeras y araucarias centenarias, causó una gran polémica entre la población, pues se perdió un patrimonio irrecuperable.
En la plaza se encuentra un monumento al comediógrafo Pedro Muñoz Seca.