Es denominada así por su enorme longitud, que, si bien no es de noventa millas, como su nombre sugiere, es muy extensa.No obstante, circular por la playa puede ser peligroso, debido a que las condiciones meteorológicas y del mar pueden cambiar súbitamente, y atrapar a los vehículos en la arena.Existen cinco entradas y salidas principales[1] de la playa para vehículos a motor.Las dunas que la rodean, especialmente las de la zona norte, más altas que las del sur, proporcionan al visitante un sorprendente paisaje desértico más propio de otras latitutdes.Debido a su gran altura son utilizadas en ocasiones para practicar el bodyboard.
Señal de advertencia en una de las entradas de la Playa, indicando el peligro de circular por la ésta, y advirtiendo al conductor que circula bajo su entera responsabilidad.
Un coche hundido en la arena de la Playa de las noventa millas