Playa de las noventa millas

Es denominada así por su enorme longitud, que, si bien no es de noventa millas, como su nombre sugiere, es muy extensa.No obstante, circular por la playa puede ser peligroso, debido a que las condiciones meteorológicas y del mar pueden cambiar súbitamente, y atrapar a los vehículos en la arena.Existen cinco entradas y salidas principales[1]​ de la playa para vehículos a motor.Las dunas que la rodean, especialmente las de la zona norte, más altas que las del sur, proporcionan al visitante un sorprendente paisaje desértico más propio de otras latitutdes.Debido a su gran altura son utilizadas en ocasiones para practicar el bodyboard.
Localización de la Playa de las noventa millas en la Isla Norte de Nueva Zelanda .
Señal de advertencia en una de las entradas de la Playa, indicando el peligro de circular por la ésta, y advirtiendo al conductor que circula bajo su entera responsabilidad.
Un coche hundido en la arena de la Playa de las noventa millas