En sus acantilados está la ermita de Santa Justa, con dos únicas paredes construidas, pues se encuentra empotrada en la roca del acantilado, que forma de manera natural las otras dos.
Se sitúa bajo un anticlinal único de enormes dimensiones, en forma de cueva y sito en la costa, es un lugar de gran interés geomorfológico.
Sobre éste, en la antigua 'Mota Justa', se encuentran las ruinas de la torre de San Telmo.
También existió en la entrada de la playa un pequeño bloque de edificios compuesto por unos apartamentos y una vivienda unifamiliar.
La antigua casa, a su vez, se encontraba adherida por una pasarela a un pequeño complejo hotelero utilizado como posada, los restos del complejo y la vivienda, fueron derribados para la construcción de los miradores actuales y del puente del arroyo, respectivamente, en el año 2006.