Estos dos fenómenos naturales suelen cobrarse víctimas, dado que todas las playas cercanas no cuentan con guardavidas o similares servicios de auxilio.
Al estar alejada del entorno urbano, la playa y la zona que la rodea gozan de abundante fauna silvestre.
Estos animales como los guanacos y zorros colorados suelen ocasionar problemas a los automovilistas que circulan por la ruta cercana.
[3] Además, la zona es peligrosa históricamente para el tránsito; debido a que durante los temporales de viento se desarrollan fuertes ráfagas que culminan en le mar y pueden afectar incluso a los rodados pesados.
[5] El acceso a esta pequeña playa es muy dificultoso, sobre todo cuando hay presencia de marea alta.