Numerosas personas afirmaron haber desenterrado esta fortuna que se hallaba oculta bajo el suelo.
Se cree que solamente las personas buenas y generosas pueden encontrar el anhelado plata yvygüy.
Numerosos escritores han redactado poesías,[2] obras de teatro y hasta ensayos sobre los tesoros escondidos.
Pedro Encina Ramos le dedica una poesía: Jagua akã’ỹ, pyhare resẽrõ reporomondýi.
Rejehechaukárõ… umi nde recháva opyta amóme Hasta hoy día plata yvygüy sigue forjando sus ráfagas de misterio y despertando gran interés en la creencia popular.