Plan de rescate financiero del Reino Unido de 2008

El plan estaba destinado a restaurar la confianza en los mercados, ayudar a estabilizar el mercado financiero británico y proveer una serie de préstamos y fianzas a corto plazo interbancarios, así como hasta £50 mil millones de inversión estatal en los propios bancos.

En segundo lugar, el gobierno apoyará a bancos británicos en su plan para aumentar su capitalización de mercado a través del recientemente formado Fondo de Recapitalización Bancario, por £25 mil millones en la primera instancia con una partida de £25 mil millones a ser utilizados en caso necesario.

El programa de Estados Unidos requería que el Gobierno de los Estados Unidos tomara un interés equitativo en organizaciones financieras vendiendo sus valores en el TARP.

[6]​ Por tanto, el programa estadounidense no se dirigía a solucionar el problema fundamental de insolvencia que enfrentaba el sector financiero, sino más bien tenía como objetivo abordar la carencia de financiamiento inmediato.

[7]​ La extensión en la cual participan los diferentes bancos variará de acuerdo a sus necesidades.

[10]​ El plan está abierto a todos los bancos y sociedades hipotecarias del Reino Unido, incluyendo las siguientes:[3]​ No obstante, de estos, el Abbey, Barclays, HSBC, Nationwide y Standard Chartered han decidido no recibir ningún dinero del gobierno,[12]​ dejando al Lloyds y al RBS como los receptores principales.