El Plan de Estímulo Económico de China fue un plan intervencionista que pretendió evitar que la crisis financiera de 2008 afecte a China, la segunda economía mundial (PIB PPA).
[3] El paquete de estímulo será invertido en áreas clave tales como vivienda, infraestructura rural, transporte, salud y educación, medio ambiente, industria, reconstrucción para desastres, creación de ingresos, reducción de impuestos y finanzas;[4] es decir, una medida que hará aumentar su demanda nacional.
Las exportaciones chinas están comenzando a decrecer ligeramente por los efectos de la desaceleración económica de los Estados Unidos y Europa y el gobierno del gigante asiático ya había recortado los principales tipos de interés tres veces en menos de dos meses en un intento de estimular la expansión económica.
Los principales líderes mundiales acogieron el plan de estímulo con beneplácito y los analistas económicos se congratularon por su magno tamaño y considerando que si China impulsa su propia economía, ayudaría a estabilizar la economía mundial.
[5] El anuncio del Plan de Estímulo hizo subir las bolsas de todo el mundo.